Es sabido que l´Alfàs del Pi alberga la población noruega más numerosa después de la residente en Londres. No es de extrañar la elección de este lugar, bendecido por el sol y la benignidad del clima mediterráneo, junto a la playa del Albir y al abrigo de la Sierra Helada.

Desde hace unos meses, esta bella localidad alicantina está hermanada con Covarrubias, el hermoso pueblo burgalés, a orillas del río Arlanza, cercano a Lerma y a Santo Domingo de Silos, famoso por su arquitectura medieval de casas entramadas, la Colegiata de San Cosme y San Damián, el Torreón de Fernán González –o de Doña Urraca– y sus espléndidas cerezas.

Covarrubias, «la villa rachela», conserva una estrecha vinculación con Noruega ya que la princesa Kristina, a quien los vecinos profesan una auténtica devoción, está enterrada en la Colegiata.

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